Tamborileros, flores, banderines, Junta de Gobierno, Simpecado y peregrinos, todos caminando al encuentro de la Hermandad de Bruselas con Ella, acompañando a la Hermandad que celebraba además el X aniversario de la llegada del Camino Europeo del Rocío a los pies de la Blanca Paloma.
Y a la una de la tarde, el esperado encuentro, la Santa Misa. La Misa de Peregrinación se ofreció por aquellos hermanos que tanto hicieron por el Camino Europeo del Rocío: Pablo Benavides y Francisco Manuel de las Heras, que desde este año están a la diestra de nuestra Bendita Madre, y Antonio Álvarez y Juan Antonio Medel, que hace ya varios años caminan por las Marismas Eternas igual que caminaron uniendo Bruselas y El Rocío.
La solemne Eucaristía, oficiada por el P. José Manuel Barral, fue alimento para el espíritu, una renovación de nuestro sentir rociero ante nuestra Madre, que también lo es del Divino Pastorcito que nació en Navidad. La Misa también nos recordó el papel tan singular que tiene la Hermandad de Bruselas de extender la devoción a la Virgen del Rocío por Europa, ese continente secularizado pero profundamente religioso a la vez. En esta ocasión la Hermandad Matriz estuvo representada al más alto nivel: Presidente, Secretario, y Hermano Mayor saliente de Romería además de otros miembros de la Junta de Gobierno, acompañaron a su Filial más lejana en el espacio, pero no por ello en el sentimiento.
Llenos de felicidad por haber podido decirle nuevamente "Madre, aquí estoy", los peregrinos volvieron a la casa de Hermandad para una animada convivencia. Hermanos de Bruselas venidos de diversos lugares (Argentina, Madrid, Sevilla, Huelva, Bruselas...), familiares y amigos, todos disfrutamos de la compañía de la familia Camacho, y del buen cante de nuestros amigos de Mairena del Alcor y de su Hermandad del Rocio (Juan de Dios, sus padres, Lucas, Julio y Eulogio) que animaron la fiesta hasta bien entrada la tarde.
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